domingo, 12 de abril de 2009

Modelos de Curriculo

EL CURRICULUM: UNA REFLEXION SOBRE LA PRACTICA


EL CURRICULUM COMO CONCURRENCIA DE PRACTICA

Desde un enfoque procesual o practico, el curriculum es un objeto que se construye en el proceso de configuración, implantación, concreción y expresión en unas determinadas practicas pedagógicas y en su misma evaluación como resultados de las diversas intervenciones que operan en la misma. Su valor real para los alumnos que aprenden sus contenidos depende de esos procesos de transformación a la que se ve sometido.
Hemos visto cómo, en el conjunto de fenómenos relacionados en el problema curricular, se entrecruzan múltiples tipos de practica o subsistemas: políticas, administrativas, de producción de materiales institucionales pedagógicas de control.
Sobre el curriculum incide en las decisiones sobre mínimos a que ha de atenerse, la política de la administración en un momento dado, los sistemas de exámenes y controles para pasar a niveles superiores de educación, asesores y técnicos diversos, la estructuración del saber de acuerdo en los grupos de especialistas dominantes en un momento dado, diseñadores de materiales, los fabricantes de los mismos, editores de guías y libros de texto, equipos de profesores organizados. El curriculum puede verse como un objeto que genera en torno de sí campos de acción diversas, donde múltiples fuerzas y agentes se expresan en su configuración incidiendo sobre aspectos distintos.
En este sistema no se producen las decisiones linealmente concatenadas, obedeciendo a una supuesta directriz, ni son frutos de una coherencia o expresión de una misma racionalidad. No son estratos de decisiones dependientes unas de otras en estricta relación jerárquica o de mecánica determinación y con coherencia lúcida hacia unos determinados fines. Los niveles en los que se decide y configura el curriculum no guardan dependencias estrictas unos de otros, sino que son instancias que actúan convergentemente en la definición de la práctica pedagógica con distinto, poder y a través de mecanismos peculiares en cada caso.
De alguna forma cada uno de los subsistemas que intervienen en la determinación del curriculum real tiene algún grado de autonomía funcional, aunque mantenga relaciones de determinación recíproca o jerárquica con otros.

Por mucho que se pretendiera, por ejemplo, que los libros de texto siguiesen las directrices del curriculum propuesto y regulado por la administración ellos crean por sí mismos una realidad curricular independiente y concurrente con la definida los la administración, porque desarrollan un espacio de autonomía propio de del subsistema de los medios didácticos.

Un marco para entender el curriculum debe comprender esas determinaciones recíprocas para cada realidad concreta y las contradicciones que se generan, o lo que es lo mismo: hacer explícitas las líneas de política curricular que se siguen en dad sistema. Si el curriculum es un objeto de construcción cuya entidad depende del proceso mismo, es preciso ver las instancias que lo definen. Entre nosotros por la tradición de intervención administrativa sobre el curriculum en la escuela, y ante la carencia de un marco democrático para analizar y discutir posibles esquemas de gobierno de la institución escolar de sus contenidos, se ha carecido de cualquier planteamiento global sobre este problema. Aquí la técnica pedagógica para desarrollar la enseñanza ha sido algo que competía a los profesores mientras que las decisiones sobre el contenido de su práctica era responsabilidad de la administración, y ambas instancias estuvieron separadas siempre por una barrera de incomunicación, dadas las relaciones autoritarias y burocratizadas entre los profesores y las autoridades administrativas relacionado por el cuerpo de inspectores.

Podemos considerar que el curriculum que se lleva a cabo a través de una práctica pedagógica es el resultado de una serie de influencias convergentes y sucesivas, coherentes o contradictorias, adquiriendo en este modo la característica de ser un objeto amasado en un proceso complejo, que se trasforma y construye en el mismo.
Una labor que es importante porque la democratización del Estado ha ido acompañada de un cambio histórico en la organización del mismo con reflejo en muchas áreas de la actividad política, y de forma muy evidente en la educación.
En muchos casos, se habla del curriculum refiriéndose a las disposiciones de la administración regulando un determinado plan de estudios, al listado de objetivos, contenidos, destrezas, etc. en otros casos al producto “envasado” en unos determinados materiales, como es el caso de los libros de texto; a veces se refiere a la estructuración de actividades que el profesor planifica y realiza en clase; en ocasiones se hace referencia a las experiencias del alumno en el aula.

Por otro lado, reproduciendo el discurso teórico sobre el curriculum que se realiza en otros contextos culturales y educativos, accedemos a enfocar sin correspondencia clara que nuestra realidad pues en otros países, sobretodo en el mundo anglosajón ha operado una larga tradición de trabajo en el curriculum en el que se han diferenciado facetas y funciones muy diversas como el diseño, la diseminación, la implementación, la evaluación curricular o la innovación, en las que trabajan especialistas diversos que no han proporcionado una teoría unitaria del proceso del curriculum en su totalidad, sino que han generado discursos parciales. La falta de integración de tales discursos es un defecto de la teoría tradicional sobre el curriculum. Al fin y al cabo, cualquier intento de organizar una teoría coherente tiene que dar cuenta de todo lo que ocurre en ese sistema curricular, viendo cómo la forma de su funcionamiento en un contexto dado afecta y da significado al curriculum mismo.
Lo importante de este carácter procesual es analizar y clarificar el curso de la objetivación y concreción de los significados del curriculum dentro de un proceso complejo en el que se sufren múltiples transformaciones.
En esos niveles en preciso utilizar perspectivas y metodologías diversas, lo que muestra en le campo del curriculum lo es también de integración de conocimientos especializados, paradigmas y modelos de investigación diversos.
No se trata, pues, de ofrecer un modelo normativo de toma de decisiones a seguir en ese caso propondríamos romper ciertos supuestos modelo vertical. En realidad con diferente grado y fuerza de influencia entre elementos, se trata de un modelo cuyas fases tienen interrelaciones recíprocas y circulares entre sí, pero que, en la actual coyuntura española, el flujo de influencias ha funcionado predominantemente y lo sigue haciendo en dirección vertical descendente.
Aclaramos brevemente el significado de esos niveles o fases en la objetivación del significado del curriculum, cuyo desarrollo podrá verse en los capítulos que siguen:

1. EL CURRICULUM PRESCRITO. En todo sistema educativo, como consecuencia de las regulaciones inexorables a las que esta sometido, teniendo en cuenta su significación social, existe algún tipo de prescripción u orientación de lo que debe ser su contenido, sobre todo en lo que se hace relación a la escolaridad obligatoria. Son mínimos que actúan de referencia en la ordenación del sistema curricular, sirven de punto de partida para la elaboración de materiales, control del sistema, etc. La historia de cada sistema y la política en cada momento dan lugar a esquemas variables de intervención que cambian de unos países a otros.

2. EL CURRICULUM PRESENTADO. A los profesores existen una serie de medios, elaborados por deferentes instancias, que suelen traducir a los profesores el significado y contenidos del curriculum prescrito, realizando una interpretación de éste. Las prescripciones suelen ser muy genéricas y, en esa misma medida, no son suficientes para orientar la actividad educativa en las aulas. El propio nivel de formación del profesor y las condiciones de su trabajo hacen muy difícil la tarea de diseñar la práctica a partir del curriculum prescrito. El papel más decisivo en este sentido lo desempeñan, los libros de texto.
3. EL CURRICULUM MOLDEADO POR LOS PROFESORES El profesor es un agente activo muy decisivo en la concreción de los contenidos y significados de los curricula, moldeado a partir de su cultura profesional cualquier propuesta que a él sele haga, sea a través de la prescripción administrativa o del curriculum elaborado por los materiales, guías, libros de texto, etc. Independientemente del papel que consideramos que él ha de tener en este proceso de diseñar la práctica, de hecho es un “traductor” que interviene en configurar los significados de las propuestas curriculares. El diseño que hacen los profesores de la enseñanza, o lo qu4e entendemos por programación, es un momento de especial significado en esa traducción. Los profesores pueden actuar a nivel individual o como grupo que organiza conjuntamente la enseñanza. La organización social del trabajo docente tendrá importantes consecuencias para la práctica.
4. EL CURRICULUM EN ACCION Es en la práctica real, guiada por los esquemas teóricos y prácticos del profesor, que se concreta en las tareas académicas, que a modo de elementos molares vertebrados lo que es la acción pedagógica, donde podemos apreciar el significado real de lo que son la propuestas curriculares. La enseñanza interactiva en términos de Jackson es la que filtra la obtención de unos resultados a otros a partir de cualquier propuesta curricular. Es el momento en el que el curriculum se convierte en método o en lo que desde otra perspectiva se denomina introducción. El análisis de esta fase es lo que da el sentido real a la enseñanza, por encima de declaraciones, propósitos del curriculum, dado el complejo tráfico de influencia, interacciones, etc. que se producen en la misma.
5. EL CURRICULUM REALIZADO. Como consecuencia de la práctica se producen efectos complejos de muy diverso orden: Cognitivo, afectivo, social, moral. Son efectos a los que una veces se les presta

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